julio 09, 2013

Órganos legales a la carta

Recordarán que este año le dieron el Premio Nobel a John Gurdon y Shinya Yamanaka por su contribución a la reprogramación celular que, en resumen, permite revertir cualquier célula, no necesariamente embrionaria, a un estado inicial semejante al de las células madre. El día que entrevisté a Gurdon para este periódico le pregunté acerca del impacto que tendrían estos descubrimientos en la lucha contra el Cáncer. Después de unos 10 segundos de callada reflexión me contestó: lo cierto es que no se me ocurre ninguna. Usted trabaja en Cáncer, ¿me lo podría decir usted?”. Lo primero que se me ocurrió contestarle, no sin sorprenderme que a un Premio Nobel le interesara mi opinión, fue que disponer de células madre ¨artificiales¨ creadas a partir de cualquier otra célula del cuerpo, dejaría las puertas abiertas a la producción de órganos humanos para el trasplante. Así, la mejor solución para, por ejemplo, un Cáncer de páncreas, sería la generación de un nuevo órgano utilizando estas células madre artificiales del paciente enfermo. Al no tratarse de células madre procedentes de embriones, nos liberaríamos de las ataduras legales que limitan la investigación con las mismas, y al proceder del paciente en cuestión no habría rechazo inmunitario. Pues bien, esa improvisada opinión se hizo realidad, cuando hace un par de días la revista Nature publicó los resultados de unos científicos japoneses que, con las técnicas de Yamanaka, consiguieron producir pequeños hígados de ratón. Es el paso anterior a la producción de órganos “legales en humanos.*

 *Publicado en La Voz de Galicia el 08-07-2013